lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Qué...dónde...cómo?

Pensar que tres años han pasado ya desde que decidí estudiar la licenciatura en idiomas causa en mi una mezcla de sentimientos diversos: entusiasmo, estrés, felicidad, orgullo, tristeza, enojo, miedo, nervios, ilusión, etc.

Hacer un recuento de todo lo que he aprendido es revivir ciertos momentos, realmente he aprendido demasiado y me resulta difícil hablar de una cosa en particular, aquello que ha resultado ser el conocimiento más valioso que he adquirido hasta  este momento...supongo que eso sería aprender a lidiar con la frustración. 


Quizá muchos dirán "he aprendido autonomía, responsabilidad, organización, etc., etc." pero todo eso yo ya lo tenía (aunque suene pretencioso, es real) desde muy pequeña desarrollé esos valores sin embargo algo que yo no conocí bien fue la frustración, por frustración me refiero a ese sentimiento que te invade cuando se presenta un obstáculo que te hace tener que cambiar las decisiones, que hace que no puedas tener o lograr lo que tenías en mente y que deseabas tanto.


Desde que tengo memoria, en mi vida no se presentaron obstáculos realmente grandes que me impidieran lograr mis metas, pero desde que cambié de entorno todo se volvió más complicado (quizá fui yo misma la que complicó todo, pero no es el caso).


Mis frustraciones iban desde cosas bobas como no poder asistir a un concierto porque tenía proyectos pendientes a algo un poco más preocupante para mi como no inscribir materias que quería por cuestiones administrativas de la universidad. Aprender a lidiar con esto no fue fácil, era mentalmente muy desgastante y agotador, sin embargo en estos años he aprendido poco a poco a lidiar con ello y no estancarme, sino tratar de encontrar alternativas aceptables para lograr lo que quiero (o algo cercano).

No hay comentarios:

Publicar un comentario